lunes, 16 de abril de 2012

EL RIESGO

Si todo marcha según lo planeado, deberías estar bien después de una perforación y sólo tendrás algunos síntomas pasajeros, incluyendo un poco de dolor, hinchazón en la zona perforada, y en el caso de las perforaciones en la lengua, mayor cantidad de saliva. Pero debes tener en cuenta que en muchos casos, varias cosas, incluyendo lo siguiente, pueden salir mal:
  • infección crónica
  • sangrado prolongado o incontrolable
  • cicatrices
  • hepatitis B y C
  • tétanos
  • alergias en la piel a causa de la alhaja utilizada
  • abscesos o flemones (acumulaciones de pus que se pueden formar debajo de la piel en el lugar de la perforación)
  • inflamación o daño a los nervios 
     
Dependiendo de la parte del cuerpo que haya sido perforada, el tiempo de curación puede ir de unas pocas semanas a más de un año. Si te realizas una perforación, asegúrate de tener los cuidados posteriores necesarios: no la aprietes ni tires de ella, mantén la zona limpia con jabón (no utilices alcohol) y no la toques sin antes lavarte las manos. Nunca utilices agua oxigenda (peroxido) porque puede lesionar los tejidos recién formados. Si te haces una perforación en la boca, utiliza un enjuague bucal antibacteriano después de comer.
 Si estás pensando en donar sangre, recuerda que algunas organizaciones no aceptan donaciones de sangre de personas que se hayan realizado perforaciones o tatuajes en el último año, ya que ambos procedimientos pueden ser fuente de contagio de enfermedades que se transmiten por sangre.
Si tu perforación no se cura correctamente o sientes que algo no está bien, es importante que alguien te ayude a recibir atención médica. Y lo más importante: no te realices tú mismo la perforación ni le pidas a un amigo que lo haga. Asegúrate de que sea realizada por un profesional en un ambiente limpio y seguro.

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